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En las últimas semanas, la Secretaría de Salud ha emitido una alerta epidemiológica por sarampión. La alerta pide a todos los centros de salud vigilar sobre posibles contagios. Hasta el momento, se tiene casi 900 casos analizados y 4 brotes confirmados, según la dependencia
En las últimas semanas, la Secretaría de Salud ha emitido una alerta epidemiológica por sarampión. La alerta pide a todos los centros de salud vigilar sobre posibles contagios y tomar medidas para evitar cualquier emergencia sanitaria.
«El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que se propaga a través del aire cuando una persona infectada tose o estornuda. Los síntomas incluyen fiebre, tos, secreción nasal y erupción cutánea. La enfermedad puede ser grave y, en casos raros, puede causar complicaciones graves como neumonía, inflamación del cerebro y la muerte. La vacunación es la mejor manera de prevenir el sarampión», dice la Dra. Lyssette Cardona, infectóloga de Cleveland Clinic.
Entre 2020-2022 debido a la pandemia, muchos niños no se vacunaron y permanecen susceptibles al virus y otras enfermedades contagiosas. Para evitar cualquier desinformación sobre esa enfermedad, la Dra. Cardona, de Cleveland Clinic, comparte:
«El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que se transmite por el aire cuando una persona infectada tose o estornuda. El virus del sarampión ingresa al cuerpo a través de la nariz o la boca y se propaga a los pulmones, donde comienza a multiplicarse. Luego se propaga a través del torrente sanguíneo a otros órganos, incluyendo la piel y los ojos. El virus del sarampión puede afectar gravemente el sistema inmunológico, lo que aumenta el riesgo de infecciones secundarias».
Los principales síntomas del sarampión incluyen fiebre, tos, secreción nasal, ojos rojos y llorosos, y erupción cutánea. La erupción comienza en la cara y se extiende al resto del cuerpo. También puede haber dolor de garganta, dolor de cabeza y dolor muscular. En casos graves, el sarampión puede causar complicaciones como neumonía, encefalitis y ceguera.
Se considera de alto riesgo a personas que no han sido vacunadas contra el sarampión y que han estado en contacto cercano con alguien que tiene la enfermedad. También se considera de alto riesgo a personas que tienen un sistema inmunológico debilitado, como los pacientes con VIH o que están recibiendo quimioterapia.
La mejor manera de prevenir el sarampión es a través de la vacunación. La vacuna contra el sarampión es segura y efectiva, y se recomienda que los niños reciban dos dosis de la vacuna. También es importante evitar el contacto cercano con personas que tienen sarampión y lavarse las manos con regularidad para evitar la propagación del virus.
Además, cuidarse del sarampión es fundamental para preservar la salud pública y garantizar el bienestar de las generaciones presentes y futuras. Al evitar la propagación del sarampión, se evita también sus potenciales complicaciones y secuelas, que pueden ser graves e incluso mortales. Es una responsabilidad ética y social estar informados, vacunados y tomar las medidas necesarias para prevenir enfermedades prevenibles, asegurando así un entorno más saludable y seguro para todos.
Fuente Comunicae
Source: Comunicae