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Los datos recopilados por el Grupo Techint en 3 continentes muestran que todas las vacunas generan anticuerpos y son bien toleradas, incluidas Sputnik y Coronavac. La comparación fue posible gracias a un método de diagnóstico estandarizado. Una iniciativa única en su tipo de seguimiento de las campañas de vacunación y de verificación de la seguridad de empleados y colaboradores
Se publicaron en Frontiers in Immunology los resultados del estudio realizado simultáneamente en 4 países, Argentina, Brasil, Italia y México, que involucró a casi 2000 empleados de las empresas del Grupo Techint. El objetivo del estudio fue verificar la inmunización efectiva y por ende la seguridad luego de la aplicación de las vacunaciones contra el COVID-19, como así también evaluar la eficacia de las vacunas aprobadas y estimar la duración de los niveles de anticuerpos en la sangre.
La peculiaridad del estudio es que fue posible comparar los datos internacionales a un protocolo clínico uniforme, con el mismo momento de toma de muestras de sangre y una única prueba de diagnóstico para los 7 tipos de vacunas utilizadas en los distintos países: mRna, ADN, vector viral y vacunas a base de virus inactivados, en monodosis y bidosis.
El estudio fue coordinado por Humanitas con el Hospital Clínica Nova de Monterrey, México, y la red hospitalaria de la fundación Hospital San Francisco Xavier, Brasil.
El resultado es una muestra capaz de comparar diferentes vacunas y la respuesta que pudieron activar ante el posible desarrollo de eventos adversos, antes de la llegada de la variante Omicron del Sars-CoV-2 (la administración de la dosis de refuerzo no entra dentro del alcance del estudio).
«Los datos que surgieron dicen que todas las vacunas inducen una respuesta de anticuerpos, incluidas Sputnik y Coronavac», explica la profesora Maria Rescigno, profesora de Patología General y vicerrectora responsable de investigación en la Universidad Humanitas, quien coordinó el trabajo al que también participó la Dra. Elena Azzolini, responsable del Centro de Vacunación de Humanitas. «La muestra se refiere al SARS-CoV-2 hasta la llegada de la variante Delta. Dado que el estudio aún está en curso, en el futuro también se podrá evaluar la efectividad de las diversas vacunas para proteger contra la enfermedad «.
Los datos recopilados también incluyeron los de eventos adversos relacionados con la capacidad de las vacunas para inducir una respuesta de anticuerpos. Cuanto mayor era la respuesta de anticuerpos, como es el caso de las vacunas Moderna y Pfizer-BioNTech, se registraron más efectos secundarios, principalmente fiebre, dolor en el brazo, dolor de cabeza y fatiga. Coronavac y Sputnik, por su parte, se caracterizan por tener pocos efectos secundarios.
«Este es realmente un gran esfuerzo de equipo coordinado – explica Mauro Teixeira, Profesor de inmunologia – Universidade Federal de Minas Gerais, Brasil. El estudio permite comparar las respuestas inmunitarias a varias vacunas en todo el mundo. Este conocimiento es fundamental para informar a las personas sobre la eficacia comparativa de las vacunas y ayuda a diseñar estudios que definirán los mejores calendarios de vacunación que permanecerán en el futuro»
«Es un gran trabajo de investigación, en donde hubo oportunidad de evaluar y comparar las respuestas inmunitarias de las vacunas más importantes y de mayor circulación a nivel mundial, obteniendo información sólida y consistente en cuanto su seguridad y efectividad contra el SARS-CoV-2 – dice Miguel Sanz, Director médico – Hospital Clínica Nova, México. Además, es el primer estudio que se publicó en colaboración las instituciones sanitarias del Grupo Techint y muy contentos con los resultados».
El estudio: un método estandarizado para obtener datos comparables
El protocolo del estudio, aún en curso, prevé 5 muestras de sangre para cada persona según un calendario preciso: inmediatamente antes de la primera dosis y la segunda dosis, 21 días después de la segunda dosis, 6 meses después de la segunda dosis, 12 meses después de la segunda dosis.
Los investigadores de los 4 países utilizaron el mismo tipo de prueba, sensible y con un rango de evaluación muy amplio, capaz de «no aplanar» los datos relacionados con los umbrales altos de anticuerpos en la sangre, para poder también comparar respuestas con diferente amplitud.
LINK DOI: https://doi.org/10.3389/fimmu.2022.894277
Una colaboración de largo alcance
El Grupo Techint, grupo industrial de empresas con más de 75 mil empleados en todo el mundo, participó junto con Humanitas, una red de hospitales de alta especialidad y centro de investigación y docencia de renombre internacional, en un proyecto de investigación científica, contribuyendo así a la investigación médica y ofreciendo a las comunidades donde el grupo tiene sus raíces, resultados concretos sobre la efectividad de las vacunas contra el COVID-19.
Como parte del Grupo Techint, Humanitas también brindó información médica precisa sobre la enfermedad y las vacunas durante la pandemia de COVID-19 y compartió su experiencia en el campo médico al ofrecer orientación sobre prevención e iniciativas relacionadas con la salud para el bienestar de los empleados del Grupo Techint.
Cabe recordar que en México, a través del Hospital Clínica Nova, Ternium se sumó a la Brigada Correcaminos del Gobierno Federal y en coordinación con la autoridad estatal y municipal, instalaron un Centro de vacunación COVID-19, donde se aplicaron más de 430 mil dosis en Nuevo León de las farmacéuticas Pfizer, AstraZeneca, Moderna y Sinovac. Además de que durante la pandemia también construyó en tiempo récord el Hospital Comunitario Ternium para atender a pacientes COVID y para el cual destinó 9.1 millones de USD en infraestructura, equipamiento y gastos de operación.
Lista de autores de la investigación
Maria Elena Romero-Ibarguengoitia1,2*, Arnulfo González-Cantú1,2, Chiara Pozzi3, Riccardo Levi3,4, Maximiliano Mollura5, Riccardo Sarti3,4, Miguel Ángel Sanz-Sánchez1,2, Diego Rivera-Salinas1,2, Yodira Guadalupe Hernández-Ruíz1,2, Ana Gabriela Armendariz-Vázquez1,2, Gerardo Francisco Del Rio-Parra1,2, Irene Antonieta Barco-Flores1, Rosalinda González-Facio1, Elena Azzolini3,4, Riccardo Barbieri5, Alessandro Rodrigo de Azevedo Dias6, Milton Henriques Guimarães Júnior7, Alessandra Bastos-Borges7, Cecilia Acciardi8, Graciela Paez-Bo9, Mauro Martins Teixeira10 and Maria Rescigno3,4*
1 Research Department, Hospital Clínica Nova de Monterrey, San Nicolás de los Garza, Nuevo Leon, Mexico
2 Vicerrectoría de Ciencias de la Salud, Escuela de Medicina, Universidad de Monterrey, San Pedro Garza García, Mexico
3 Istituto di Ricovero e Cura a Carattere Scientifico (IRCCS) Humanitas Research Hospital, Milan, Italy
4 Department of Biomedical Sciences, Humanitas University, Milan, Italy
5 Department of Electronic, Information and Bioengineering, Politecnico di Milano, Milan, Italy
6 Health Department, Ternium Brazil, Rio de Janeiro, Brazil
7 Research Department, Fundação São Francisco Xavier, Ipatinga, Brazil
8 Health Secretary, Unidad Hospitalaria San José, Campana, Argentina
9 Laboratory Department, Hospital Interzonal General de Agudos San Felipe, San Nicolás de los Arroyos, Argentina
10 Biochemistry and Immunology Department, ICB, Universidade Federal de Minas Gerais, Belo Horizonte, Brazil
Fuente Comunicae
Source: Comunicae