/COMUNICAE/

El informe Eficiencia Energética 2023 de la Agencia Internacional de Energía muestra que no se están logrando avances suficientes en la materia

El informe «Eficiencia Energética 2023» de la Agencia Internacional de Energía (AIE) publicado hoy, muestra que no se están logrando avances suficientes en materia de eficiencia energética; y revela una desaceleración en las mejoras globales en la intensidad energética (la principal medida de eficiencia energética de la AIE), en respuesta, el presidente y director ejecutivo de Danfoss, Kim Fausing, está pidiendo a los gobiernos que se comprometan a duplicar la tasa de mejoras en la eficiencia energética para 2030 en la COP28, para limitar el calentamiento global a 1,5°C.

Paquetes de políticas de información, regulaciones e incentivos mucho más sólidos, y triplicar la inversión global en eficiencia energética y electrificación, son vitales para duplicar las mejoras anuales en eficiencia energética: del 2% en 2022 al 4% anual en promedio de aquí a 2030.

«Una de las claves más cruciales para alcanzar los objetivos climáticos será la eficiencia energética, ya que es la medida más importante que el mundo puede tomar para reducir la demanda de energía», dice Kim Fausing, presidente y director ejecutivo de Danfoss, y agrega que «la eficiencia energética es y siempre debería ser, el «primer combustible» para las transiciones a energías limpias».

El ejecutivo también mencionó la necesidad de ver acciones directas sobre eficiencia energética por parte de los líderes en la COP28 si se quiere limitar el calentamiento global a 1,5 °C. «Prácticamente no hay posibilidades de satisfacer las necesidades energéticas futuras y, ciertamente, no hay posibilidades de lograr cero emisiones netas para 2050 si no se piensa radicalmente la eficiencia energética como una herramienta clave para descarbonizar la sociedad».

Explicó que tal como afirmó la AIE en su informe Eficiencia Energética 2023, lo que se necesita son paquetes de políticas de información, regulaciones e incentivos mucho más sólidos, para triplicar la inversión global en eficiencia energética y electrificación, duplicar las mejoras anuales en eficiencia energética, desde el 2% en 2022, al 4% anual de media desde ahora hasta 2030. «El plan de acción de Sonderborg, desarrollado por la AIE, es un excelente punto de partida», añade Kim Fausing. «Al duplicar la tasa de mejoras de la eficiencia energética para 2030, se puede ahorrar el equivalente de todo el petróleo mundial que se utiliza actualmente en el transporte por carretera. Eso significa un ahorro de 40 millones de barriles de petróleo por día. Se tiene la tecnología y es la opción de mitigación de carbono más rápida y rentable».

La Agencia Internacional de Energía (AIE) afirma que es necesario duplicar la tasa de eficiencia energética a nivel mundial hasta alcanzar al menos una mejora de la intensidad energética del 4% cada año hasta 2030 para poner al mundo en camino de alcanzar el cero neto.

Energías renovables y eficiencia energética van de la mano
Para pasar a un sistema energético basado en energías renovables, todos los sectores de la sociedad, aparte de las industrias más difíciles de reducir, deben estar electrificados. La mayoría de las fuentes de energía renovables producen electricidad, lo que significa que existe una necesidad crucial de electrificar siempre que sea posible para utilizar esa electricidad verde.

De hecho, al pasar de un sistema de energía fósil a uno totalmente electrificado, es posible reducir hasta un 40% del consumo de energía final. Esto significa que la electrificación es en sí misma una forma de eficiencia energética, ya que la mayoría de las tecnologías eléctricas tienen una tasa de pérdida de energía más baja que su equivalente impulsada por combustibles fósiles. Un ejemplo obvio son los vehículos eléctricos que convierten el 77% de la energía eléctrica en las ruedas. En comparación, los vehículos de gasolina convencionales convierten alrededor del 12% al 30% de la energía almacenada en la gasolina para impulsar las ruedas.

Usar energía en el momento adecuado puede ahorrar 40 millones de toneladas de emisiones de CO2 en la UE y el Reino Unido cada año hasta el 2030. Además estos territorios pueden lograr un ahorro anual de costos sociales de 10,500 millones de euros para 2030 y 15,500 millones de euros para 2050. Estos ahorros ya representan la mayor parte del costo de implementación de la infraestructura de flexibilidad del lado de la demanda y se puede suponer por lógica, que un ahorro similar prevalecería en otros países del mundo.

«Ver para creer y, si los ministros de clima, energía y finanzas no saben que ya tiene la mayoría de las soluciones que se necesitan para duplicar las mejoras anuales en eficiencia energética para 2030, por la presente los invito a visitar a los sitios en todo el mundo para ver las soluciones en acción», concluye Kim Fausing.

Fuente Comunicae


Source: Comunicae